La primera vez que oí hablar del café sous vide me resultó un concepto extraño. ¿De verdad merece la pena tanto trabajo para una simple taza de café? ¿Tanta es la diferencia como para justificar el tiempo necesario?.
Todas estas dudas quedaron despejadas en cuanto probé mi primer café preparado con la técnica de cocina sous vide.
La respuesta es sí, especialmente si eres una persona a la que le gusta disfrutar de los aromas y sabores de una buena taza de café, sin duda esta es una receta que tienes que probar.
Y es que la magia del café sous vide es la posibilidad de de combinar el intenso aroma de un buen café con la dulzura natural y los sabores afrutados de otros condimentos. Aromas como los que podemos conseguir con especias oscuras como el romero, el estragón o cualquier tipo de especia que te guste.
El resultado de cocinar nuestro café mediante el método sous vide es un café con un sabor intenso en el que se mezclan ligeramente los aromas y sabores de nuestras especias favoritas.
Además es una excelente manera de preparar café para varios días. Al no hervir los sabores más ácidos del café no se liberan por lo que cuando lo calientas a fuego lento está como recién hecho 🙂
Cómo hacer café Sous Vide
A la hora de preparar un café que marque la diferencia entre el café que puedas obtener de una máquina italiana bien sea en casa o en bar y un café único hay que tener en cuenta tres aspectos muy importantes: El café escogido, su frescura y su temperatura de preparación.
Escogiendo un buen café
La parte más importante de toda nuestra receta es el café, por lo que escoger un buen café y que sea lo más fresco posible es algo imprescindible.
Sin duda yo te aconsejo comprar el café en grano y molerlo en el momento que vayas a preparar el café con tu sous vide.
Moler el café es un proceso muy simple, solo necesitas un pequeño molinillo eléctrico, y la diferencia se nota incluso preparando el café con cualquier otro método
Nota: Si no tienes un molinillo puedes encontrar algunos como el Aigostar Breath por unos 10-15 euros aproximadamente.
Por supuesto puedes adquirir el café ya molido si así lo prefieres, aunque el resultado no será el mismo.
En cuanto a cafés hay muchos gustos diferentes, lo importante es que escojamos un café con un aroma intenso y natural que nos guste. Yo por ejemplo soy de café intenso y amargo por la mañana, y suave con toques aromáticos por la tarde.
Estas son mis recomendaciones:
- Lavazza Top Class (Suave y aromático)
- Happy Belly “ETIOPIA” (Intensidad media y mucho aroma)
- Consuelo Gran Aroma (Aromático y no excesivamente intenso)
- Consuelo Gran Crema (Intenso y cremoso )
- Lucifer’s Roast (Muy fuerte e intenso)
Ah, y si eres un apasionado del café y te quieres dar un capricho tienes que probar el café jamaicano Blue Mountain, aunque te aviso que el café nunca te volverá a saber igual.
Especias y otros aromas
Aunque no es obligatorio (pero si recomendado), puedes añadir especias o frutos que den un sabor y un aroma adicional a tu café. Estas se mezclan en el café resultante dejando un regusto para nada intrusivo pero que está presente en cada sorbo.
Lo mejor es que no hay límites en cuanto a lo que puedes añadir, así que es cuestión de ir experimentando para encontrar esa especia o fruto que le de a tu café el sabor que más te guste.
Cocinando el café Sous Vide (Receta)
Una vez tenemos los ingredientes preparados, el proceso es sencillo. Para 1 Litro de café vamos a utilizar 70 gramos de café en grano, 1 litro de agua (a ser posible de mineralización débil) y una cantidad moderada de especias u otros elementos que den sabor y aroma.
🕒 1.5 – 2.5 Horas
🌡️ 60-65 Grados
- Prepara tu máquina Sous Vide, la cubeta con el agua, y pon la temperatura a 60º si quieres un café más suave o a 65º si prefieres un sabor un poco más amargo.
- Muele 70 gramos de café en grano hasta que quede fino pero no demasiado. Moler demasiado el café hará que se cocine demasiado rápido y se queme, soltando aromas y sabores no deseados.
- Mezcla los 70 gramos de café molido con 1 litro de agua y las especias o frutos que desees (en cantidad moderada) en una bolsa para vacío Sous Vide y sellala. (opcionalmente puedes utilizar una jarra con tapa si no tienes bolsas tan grandes)
- Cuando tu máquina Sous Vide te avise de que la cocción ha terminado saca la bolsa y filtra el contenido en una jarra utilizando un embudo, un filtro de café y paciencia.
Cuando quieras consumirlo lo único que debes hacer es calentarlo lentamente en un cazo para preservar sus aromas y no quemarlo.
¡Ah! Y este café puedes almacenarlo sin ningún problema durante algunos días en la nevera.
Espero que te haya sido útil esta pequeña guía sobre el café sous vide y sobre todo que te animes a probarlo. Si te ha gustado y lo has probado, deja un comentario con tu café y/o mezclas aromáticas 🙂
¡A disfrutar!
Una pasada de artículo probaré a hacerlo fijo, ya que me encanta el café, muchas gracias esta genial ?
No hay de que Monica! Espero que te guste y ya me contarás el resultado (y por que especias te has decidido) 😉